Ahora a manera de refrescarme la memoria… hace como unos dos meses, ya no sé bien contar ni me interesa, he tenido una serie de sucesos que me hacen confirmar lo falso de nuestras proyecciones. Estando en una situación, por decirlo de alguna manera, «delicada» en cuanto a recursos económicos, como también afecta la falta de contacto con mi preciosa hija ya por cumplir los 30-que según me dicen, una joya en sus trabajos. Siempre mostró esa lucidez en sus pensamientos, desde pequeña actuaba conforme las situaciones lo requerían como si tuviera una experiencia no adquirida sino plantada.
Las condiciones son diferentes actualmente, el enfoque es desde el límite de consumo mensual. Siempre andar con la angustia por falta de fondos para desarrollarse, conlleva una obsesión que dura veinticuatro horas al día solamente. Es solo una interpretación no muy positiva de la realidad pero sucede actualmente en mi versión personal del Samsara.
Las obsesiones, ¿Qué son si no recursos de la mente para recordar nuestra forma, fondo y aprendizaje? Cuanto más pienso en ello, más me convenzo, ya casi por completo. Estoy a un paso de lograrlo junto con todas mis memorias y experiencias que acechan desde la cornisa que da vista a la calle. Perecer en mi caso, no será mas que dar un paso al frente, conozco el terreno delante de mí, pero tampoco es un camino que me gustaría tomar. Soy un gladiador.
La imagen es un detalle decorativo probablemente africano, en una columna del jardín en la Casa de Robert Brady. Un museo que recorre el tiempo personificando a sus habitantes.