Después de haber escuchado los testimonios y convivido con las mujeres empoderadas esos dos días un fin de semana de junio aún 2022, – los cuales fueron un verdadero deleite para mí-, decidí entonces narrar las experiencias que me fueron sucediendo durante el «quédate en casa» que a todos nos golpeó; sería el tema principal en la presentación del tercer libro publicado (por ellas y para su satisfacción), bajo la conducción de mi querida amiga Elena de Hoyos con la cual me une una fraterna amistad. Ella gusta de presentarme como su novio y yo encantado con el puesto.
Lo que escuché esos dos días fueron palabras duras, inclusive dolorosas, narraciones asombrosas que con el simple hecho de recordarl@ se estremecieron muchos de los ahí presentes, una vez más o por primera vez.
Yo a lo mío. Conviene aclarar que al describirlo, me fue un poco complejo mantener un solo hilo en la narración porque las cosas sucedieron de manera brusca con todas encima y al mismo tiempo, ya que conforme se fue aclarando el panorama que se presentaba, de golpe asimilamos todo para sobrevivir de la mejor manera.
En retrospectiva y ya viendo las cosas como fueron, de lo más importante al inicio fue definir una postura entre las dos teorías: seguir las instrucciones del gobierno del sector salud o quedarse excluido de la sociedad para después, ya existiendo un remedio que nos protegiera del bicho, poder salir de nuevo a la calle. Aún persiste la teoría conspiratoria de ciertos grupos que se muestran en contra de la vacuna que se produjo en tiempo récord, dada la urgencia condiciones y que en mi opinión, ha salvado millones. La ciencia molecular nos ha salvado la vida en esta ocasión. El otro punto de vista es que se ha tratado de un convenio entre naciones y farmacéuticas, creando este virus tan mortal para la humanidad con propósitos de lucro.
El confinamiento inició en marzo de 2020, fechas negras en la historia del género humano que fueron difíciles de aceptar. Nuestro contacto primario siempre fue a través de nuestros familiares si es que contamos con alguno, o los medios de comunicación; las benditas mascotas que siempre están ahí para nosotros, vecinos, conocidos y amistades.
Fin de la primera entrega.