Víctor Hugo me parece indispensable dentro de la narrativa en La Mirilla, un poema que a la Señora Gé le gusta mucho. Creo que lo descubrimos juntos y pienso que su lenguaje es de lo más persuasivo. La imagen que lo acompaña es de una película de género, El cielo sobre Berlín (Der Himmel über Berlin), del director alemán Wim Wenders.
Te deseo primero que ames,
y que amando, seas amado.
Y que,
de no ser así, seas breve en olvidar
y que después de olvidar,
no guardes rencores.
Deseo, pues, que no sea así,
pero que si es, sepas ser sin desesperar.
Te deseo también que tengas amigos.
y que, incluso malos e inconsecuentes
sean valientes y fieles, y que por lo menos
haya uno en quien confiar sin dudar.
Y porque la vida es así,
te deseo también que tengas enemigos.
Ni muchos ni pocos, en la medida exacta,
para que, algunas veces,
te cuestiones tus propias certezas.
Y que entre ellos, haya uno por lo menos que sea justo,
para que no te sientas demasiado seguro.
Te deseo además que seas útil, mas no insustituible.
Y que en los momentos malos, cuando no quede más nada,
esa utilidad sea suficiente para mantenerte en pie.
Igualmente, te deseo que seas tolerante,
no con los que se equivocan poco, porque eso es fácil,
sino con los que se equivocan mucho e irremediablemente,
y que haciendo buen uso de esa tolerancia,
sirvas de ejemplo a otros.
Te deseo que siendo joven
no madures demasiado de prisa,
y que ya maduro, no insistas en rejuvenecer,
y que siendo viejo no te dediques al desespero.
Porque cada edad tiene su placer y su dolor
y es necesario dejar que fluyan entre nosotros.
Te deseo de paso que seas triste.
No todo el año, sino apenas un día.
Pero que en ese día descubras
Que la risa diaria es buena,
que la risa habitual es sosa
y la risa constante es malsana.
Te deseo que descubras, con urgencia máxima,
por encima y a pesar de todo,
que existen, y que te rodean, seres oprimidos,
tratados con injusticia y personas infelices.
Te deseo que acaricies un perro, alimentes un pájaro
y oigas a un jilguero erguir triunfante su canto matinal,
porque de esta manera, sentirás bien por nada.
Deseo también que plantes una semilla,
por más minúscula que sea,
y la acompañes en su crecimiento,
para que descubras de cuántas vidas está hecho un árbol.
Te deseo, además, que tengas dinero,
porque es necesario ser práctico,
Y que por lo menos una vez al año
pongas algo de ese dinero frente a ti y digas:
“Esto es mío”
Solo para que quede claro
Quién es dueño de quién.
Te deseo también
que ninguno de tus afectos muera,
pero que si muere alguno,
puedas llorar sin lamentarte
y sufrir sin sentirte culpable.
Te deseo por fin que,
Siendo hombre, tengas una buena mujer,
y que siendo mujer,
tengas un buen hombre,
mañana y al día siguiente,
y que cuando estén exhaustos y sonrientes,
hablen sobre amor para recomenzar.
Si todas estas cosas llegaran a pasar,
No tengo nada más que desearte.
Víctor Hugo (1802-1885)
3 comentarios
Muy completo para el aprendizaje de la vida en todas las vivencias. 👍😘
Gracias querida! Efectivamente se aplica para cualquier etapa de la vida y sigue siendo actual. A pesar del tiempo en el que fue creado.
Te mando un saludo afectuoso.
Saludos querida Nelly!
Y gracias por pasar a dejar tu comentario, es muy valioso para mí.
Cuídate.